La Conferencia del Episcopado Dominicano exhortó ayer a las familias dominicanas a trabajar por la construcción de una convivencia armónica entre todos, donde el diálogo, la tolerancia y el amor sean las armas que se utilicen para dirimir cualquier diferencia.
“Nosotros los obispos que conformamos la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) deseamos expresar nuestro pesar y condolencia a los familiares de las víctimas que se han suscitado en estos últimos días, entre los que se encuentra el caso lamentable del señor alcalde de Santo Domingo Este, Juan de los Santos”, indica el Episcopado.
En una nota de condolencia dirigida al país y a los deudos de la tragedia que ha enlutado a tres familias dominicanas y conmocionado a toda la sociedad, los Obispos expresaron que “en este momento de dolor y tristeza les extendemos nuestra solidaridad y ofrecemos nuestras oraciones por el descanso de sus almas”.
Exhortaron a la población a que en este tiempo tan especial de adviento y ya próximo a las navidades, busque en Jesús la esperanza de continuar adelante.
Con este mensaje la Iglesia Católica se suma a las expresiones y muestras de dolor y pesar que embargan a todo el país y que luego de la tragedia, han expresado desde el presidente Danilo Medina, la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, el expresidente de la República, Leonel Fernández Reyna, el presidente del Partido Revolucionario Dominicano, Miguel Vargas Maldonado, el aspirante presidencial del Partido Revolucionario Moderno, Luis Abinader, además de representantes de gremios, del empresariado y de la sociedad civil.
El llamamiento de búsqueda de Dios también fue hecho por el Jefe de Estado, al enviar un mensaje a la sociedad, de detenerse cuando esté abrumada.
Juan de los Santos resultó muerto a tiros el pasado martes mientras firmaba unos cheques en su oficina de la Federación Dominicana de Municipios, donde minutos antes compartía con alcaldes y amigos.
Junto a él también cayó abatido el sargento mayor Luis Alfredo de Jesús Medina (Archie), seguridad del alcalde. Ambos fueron muertos por el ingeniero Luis Féliz, quien luego se suicidó en un conflicto suegido por una deuda que tenía con el síndico.
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