lunes, 18 de marzo de 2013

El oro criollo, entre los titubeos de Aduanas y la 'ingenuidad' de la Barrick


Un embarque de ocho (8) paletas de metales de la Barrick Gold por un valor de 11.6 millones de dólares se constituyó este lunes en el centro de atención en República Dominicana. Desde primeras horas de la mañana, todo indicaba que se daría una batalla campal entre las autoridades de Aduanas y de la Barrick Gold, citadas en el área de carga del Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA).






  
A las 9:43 de la mañana llegaron al edificio de la Colecturía de Aduanas en el AILA, el ingeniero Gregorio Lora, subdirector de Aduanas y asesor del director de la entidad, Fernando Fernández; acompañado del subdirector de Tecnología, Eduardo Rodríguez, y del director de Inteligencia, general Guillén. Muy protocolar, Lora dijo a los periodistas allí presentes que daría una rueda de prensa más tarde.

Los periodistas Miguel Ángel Núñez y José Rivas hacían las veces de coordinadores y organizadores de los periodistas. Explicaron con detenimiento que el embarque sería trasladado de un lugar del AILA a otro, en el que se haría primero una inspección, para verificar que no habían sustancias radiactivas y demás, y luego se iba a proceder a abrir los candados de las ocho paletas.

Ya en ese lugar, había un perro amaestrado, sujetado por un joven con una gorra con las siglas de la Dirección Nacional de Control de Drogas, y tras esperar unos minutos se procedió a introducir el camión, de la empresa Alfamar (ofrece el servicio a la Barrick Gold) al área de Inspección de Carga y allí se desmontó la mercancía para pasarla por Rayos X y luego a abrir con cizalla las cajas que contenían el mineral.

Todo este proceso fue hecho ante la presencia de los ejecutivos de la Barrick Gold, Jorge Steva, director de Relaciones Públicas; y el gerente de Seguridad, Marshal Valentine, así como del director de Alfamar, la compañía que transportaba el mineral, Félix Caraballo, quien en un momento previo a la apertura, después de estar siempre al lado de sus clientes de la Barrick, se movió a hablar con los funcionarios de Aduanas.

Al romper los candados, a los ojos de todos aparecían unas barras de color plateado de unas 249 libras cada una, con dos ganchos de izamiento. El tiempo pasó hasta que “aparecieron” -no por arte de magia-, dos morenos fortachones que utilizando unas cuerdas que pasaron entre los ganchos de izamiento pudieron colocar el mineral sobre el área de pesa. Allí empezó la inspección física. Un funcionario de Aduanas, emocionado, le informaba a Zdigital que se trataba de Doré (oro y plata) con oro y plata, valga la redundancia.

Gregorio Lora dio la orden de que daría la rueda de prensa y todos salieron tras él hacia el edificio de la Colecturía. Allí, en el salón de la segunda planta, rápidamente, se informó de que la Barrick Gold sería sancionada al pago del doble del valor de la mercancía, es decir, por unos 23.2 millones de dólares o 928 millones de pesos, por no haber declarado correctamente la carga. Tampoco confirmaron que estaba confiscado el embarque, sino que era un procedimiento de aforo (determinar la cantidad y valor de los géneros o mercancías que haya en algún lugar, generalmente a fin de establecer el pago de derechos, según la RAE) rutinario.

Ya eran las 12:30 del mediodía, dos horas y media habían pasado desde la hora de convocatoria, y Lora, después de mucha presión, informó que la actividad podría concluir dos horas más tarde, es decir, pasadas las 2:30 de la tarde, y que este martes Aduanas ofrecerá un informe.

“Hay una mala declaración de origen y hay otras cosas que pueden salir”, dijo Wilson Acosta, el director de la Colecturía de Aduanas en el aeropuerto, quien acompañó a Lora, a lo que éste dijo que se suscribirían a lo que estipula la Ley de Aduanas, además de esperar instrucciones del director de la entidad.

Jorge Steva, que había sido mandado a sacar del salón de la rueda de prensa, según dijo a los periodistas, esperaba en la segunda parte del AILA para dar su versión del show que se montó este lunes en el aeropuerto con ese embarque, probablemente el número veinte (20) desde noviembre del 2012.

Allí mostró a los medios unos documentos de registro y declaración de mercancía a exportar que hizo la Barrick en noviembre, los que comparó con los documentos de este emparque en conflicto, ceñido -según él- a las exigencias hechas por el director de Aduanas, Fernando Fernández, mediante carta remitida el 7 de marzo, en la que le solicitara a la minera que exportara el oro y la plata por separado, y que dependiendo del mineral le pusiera este y aquel código.

Esos códigos, serían los causantes del problema, porque cuando se exporta utilizándolos, la mercancía aparece con denominación de origen Estados Unidos y no República Dominicana. Sin embargo, Steva admitió a Zdigital que de cualquier forma la Barrick no separó el oro y la plata, porque, según él, en el país no existe refinería para esto, y dijo que los países más cercanos donde existe es en Estados Unidos y Cánada, este último país es a donde la Barrick envía el oro.

Steva culpó de manera formal a Aduanas del error en la denominación de origen.

Cuando Zdigital regresó al edificio de la Colecturía, para esperar a que concluyera ese proceso de dos horas y salir de allí sabiendo si en verdad se trataba de Doré con oro y plata, resulta que no había nadie; los funcionarios capitalinos de Aduana se habían marchado y los pocos periodistas que quedaban “recogían los bates”, y una golondrina no hace verano.

Según el relacionista de Aduanas, Abinader Fortunato -contactado por la vía telefónica-, allí quedaron los técnicos de Aduanas y de Medio Ambiente que determinarán el aspecto físico y químico del mineral seudoincautado. Sólo queda esperar.

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