En las próximas horas, el equipo médico que atiende a Francina Hungría, quien perdió el ojo derecho tras ser agredida por delincuentes, determinará si le da alta. Se habla de la posibilidad de descartar, por ahora, que la joven viaje a un hospital de Estados Unidos, donde médicos especialistas la esperan para tratar de salvarle la visión del ojo izquierdo. Contrario a eso, irá a su casa por un plazo de unas dos semanas, a fin de dar seguimiento a la evolución del ojo afectado.
Según explicaron familiares cercanos a la ingeniera de 28 años, ayer ésta amaneció triste, sin el ánimo que la caracterizó desde el primer momento en que pudo narrar cómo aconteció el hecho.
Sin embargo, desde su lecho, pidió a su padre, Frank Hungría, que siga pidiendo a todo mundo y a todas las iglesias que oren para que Dios le permita mantener la visión. Dijo que se le hace muy difícil aceptar que la vista de su hija no pueda recuperarse, pero que acepta la voluntad de Dios. Añadió que esta es una situación dura para la familia, que los mantiene destrozados y que la fe que tienen en Dios es lo que los tiene de pie.
El especialista maxilofacial, Donal Hurtado, uno de los cuatro médicos que conforman el equipo que atiende a Francina, le dio ayer la de alta médica, pero le corresponde a los demás ver su evolución. También se informó que el médico oftalmólogo de apellido Mergen, que esperaría a la joven en el hospital de Estados Unidos, vendría anoche al país para evaluar el estado de la paciente, recluida en la clínica Abel González.
El padre de Francina aclaró ayer que no rechaza cualquier ayuda “humanitaria y voluntaria” que las personas quieran hacer para ayudar a su hija y que para ello, efectivamente, tienen una cuenta habilitada. Explicó que cualquier ayuda se puede materializar en la cuenta 570031096 en el Banco Popular. Lamentó la confusión que se ha generado en los medios y redes sociales sobre la existencia de una cuenta falsa.
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