domingo, 20 de enero de 2013

Creen la capitalización es mejor para empresas


La Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales.
Santo Domingo. Pese al fracaso que entienden constituyó el proceso de capitalización en el país, especialistas consultados sobre el tema opinan que el Estado no debe administrar sus empresas y ven al sector privado como la mejor manera para hacerlas eficientes.

En ello coinciden la mayoría de las personas con las que conversó DL, aunque hay quienes entienden que las empresas de vocación social deben estar a manos del Estado.

Tal es el caso de Moreno San Juan, de la Comisión Energética de la UASD, quien sostiene que para resolver el problema de servicio eléctrico, la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) debe retornar a manos del Estado y que éste empiece a funcionar "al margen de la politiquería que es lo que muchas veces ha dañado el tema de la administración pública".

Lo mismo opina de las empresas del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), aunque aclara que, en el caso de la Corporación de Empresas Estatales (CORDE), que tienen una razón más empresarial, deberían quedar en el sector privado.

La CDEEE, CEA y CORDE conformaron junto a la Corporación de Fomento de la Industria Hotelera (Corpohotel) las cuatro entidades capitalizadas durante la primera gestión del presidente Leonel Fernández (1996-2000). La capitalización se hizo bajo el amparo de la Ley General de Reforma de la Empresa Pública número 141-97.

Para el sacerdote Jorge Cela, la función del Estado está en regularizar la administración privada y garantizar que la población obtenga los servicios de educación y salud que requiere.

"El compromiso del gobierno no es tener empresas, sino dar servicios a la población, de forma que todos tengan acceso a los bienes. Por eso creo que debería dejar incluso las acciones que ahora tiene y dedicarse a atender las necesidades del pueblo", dice el sacerdote, al tiempo que resalta que "el Estado tiene una alta dosis de corrupción administrativa y va a ser muy difícil que tenga los controles necesarios para evitarlo".

Dos de los participantes en el proceso de capitalización en sus inicios, Antonio Isa Conde y Francisco Méndez, actual Superintendente de Electricidad, opinan que el camino de las empresas estatales es la reforma: retomarla, pero con otra visión, porque hay que aprender incluso de los errores y seguir colocando la cosa con visión de futuro.

En el caso del tema energético, Méndez entiende que hay que regresar al plan original de la capitalización y en tal sentido plantea la renegociación de los contratos del Acuerdo de Madrid, firmado en 2001, y la diversificación del parque de generación energética para que no sólo dependa del petróleo, como opciones para que el país tenga un mejor y más barato servicio.

Afirma además que en la parte de la administración de las distribuidoras, para que éstas puedan reducir sus pérdidas, "el asunto está en cómo lograr que éstas universalicen el cobro a todos los usuarios, porque la proporción de perdida indica que una gran población no paga la energía".

Otro especialista en el tema energético, Bernardo Castellanos, estima que los problemas de generación han sido una consecuencia directa del pobre desempeño de las áreas de distribución y comercialización de la energía, lo que a su entender ha producido que los planes de expansión en el área de generación nunca se hayan cumplido. Considera que para resolver el problema del sector hay que atacar ambas áreas haciendo las inversiones en infraestructura de distribución y comercialización que permitan reducir las perdidas totales del sector eléctrico.

Expextativas

"Se crearon muchas expectativas con la capitalización... y ese es el caso de déficit energético. Eso no iba a funcionar porque ninguna empresa puede sobrevivir cuando el 40% de los usuarios se roban el producto de esa empresa, como pasa con la luz": Leoncio Almánzar, director de Corde.

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