domingo, 20 de enero de 2013

EL DESPOJO DE SAN PEDRO DE MACORIS



San Pedro de Macorís en los primeros años del siglo XX fue llamada la tasita de oro y todo motivado a la producción de la industria azucarera, en su territorio estaban asentados los ingenios Consuelo, Quisqueya, Santa Fe y Porvenir de propiedad estatal y los privados Angelina y Cristóbal Colon del grupo Vicini. Este progreso económico sentó las bases para un desarrollo étnico en San Pedro de Macorís contribuyendo a la inmigración de árabes, cubanos, puerto- riquieños, españoles, haitianos, ingleses y cocolos todos los cuales se instalaron en el pueblo atraído por la bonanza económica. Todos estos inmigrantes han dejado su huella cultural, artística y gastronómica lo cual hoy es un orgullo de la República Dominicana.

Se hace difícil encontrar una actividad industrial que involucre más personas que la industria de la caña, al igual que se hace difícil que otra industria produzca más técnico que esta.
En el primer gobierno neo-liberal del Dr. Leonel Fernández bajo el alegato de capitalización de las empresas publicas ya que según el sistema neo-liberal estas eran incosteable para el Estado, se desato una política de privatización de las empresas del Estado lo cual dio al traste con la Corporación de Empresas Estatales (CORDE), Consejo Estatal del Azúcar (CEA), Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas (CDEE) y la Corporación Hotelera (CORPOTEL) siendo así San Pedro de Macorís fue despojado de sus mayores fuentes de producción agrícola, fabril y tecnológica poniendo con esto un candado al progreso y desarrollo de este pueblo siendo, uno de los más golpeados por el sistema neo-liberal de Leonel Fernández y los peledeistas bajo el erróneo criterio de que la caña genera pobreza fueron eliminados todos los ingenios de San Pedro de Macorís ¿Es cierto que la caña genera miseria? En una época de altos impuestos y castigos a las exportaciones el central romana repartió la suma de RD$631, 000,000.00 de bonificación a sus empleados y obreros correspondientes al cierre de la zafra azucarera en la temporada 2010-2011 todo esto unido a la inversión que realiza la empresa en el sector salud, educación, deporte, cultura alimentación y vivienda (periódico hoy pág. 6A, lunes 27 de julio del 2011); entonces la industria de la caña no solo es miseria. El consorcio CAEI repartió entre sus proveedores de caña 155 millones. Pero lo cierto es que en general la zafra de este año 2010-2011 genero un incremento de empleo de 25 mil puestos de trabajo repartido entre obreros, técnicos, empleados y funcionarios entre los cuales se cobro un total de 4 mil millones de pesos. La industria de la azúcar cada día tiene más cliente y una más amplia gama de productos los cuales son de amplia demanda. El problema del costo de los ingenios del Estado radica en el hecho del clientelismo político lo cual unido al hecho de que la administración de los ingenios estatales estaban en manos de una banda de malhechores y gavilleros incluido picadores, pesadores obreros y compradores que de una forma u otra desfalcaban las empresas abultando y falseando los resultados, con la sustracción de piezas, propiedades y productos en complicidad con sindicalistas y prohijados por los favores políticos.
La ley 142-97 del año mil novecientos noventa y siete sobre capitalización y privatización de las empresas públicas no es más que la aceptación del Estado de su capacidad como mal administrador de las cosas públicas, pues en los considerandos de dicha ley se define con claridad meridiana el problema de la deficiencia y la falta de transparencia La eficiencia, la transparencia en el manejo de esas empresas —– la cantidad y calidad de la oferta de esos bienes vitales, el crecimiento y equilibrio de la economía, la preservación del patrimonio público y la capacidad del Estado para atender otros servicios básicos. “Las empresas del Estados agrupadas en esos consorcios eran y son empresas vitales en el desarrollo económico, político y cultural del país, ya que muchas de esas empresas públicas producen bienes tangibles e intangibles”. No es lo mismo privatizar que capitalizar, capitalizar es vender a inversionistas privados una parte de las acciones de las empresas del Estados y por lo regular el Estado sigue siendo dueño de las mayorías de las acciones. Privatizar es un proceso mediante el cual las empresas son transferidas del sector público al sector privado.
En el sector energético se alegaba que el Estado no podía seguir cargando con el costo de generación, distribución, transmisión y cobro de la energía, y la capitalización era la solución al déficit energético del país, alto conocido es que el problema del costo eléctrico se ha convertido en el SIDA del país y los millones que han ido a parar no se sabe donde es la deuda que cada uno de los que vivimos y los que nacerán por los próximos cien años cargaremos sobre nuestra espalda y que ha producido y profundizará un hoyo imposible de tapar.
Los ingenios del otrora poderoso Consejo Estatal del Azúcar que aún hoy es un poder económico y político del cual se benefician acólitos políticos, ya que cada ingenio consta de un administrador y una empleomanía ficticia cuyo salarios y sueldos van a parar en favores político y compra de conciencia, sigue siendo poseedor de las mayorías de la tierras productiva de este país y administrador de la más grande inmobiliaria del país, también era la poseedora de la más grande finca productora de ganado vacuno y caballar lo cual estaba unido a un departamento de transporte con una inmensa y poderosa flotilla de vehículos livianos y pesados. Siendo así no podemos decir que la caña solo deja miseria, ahora su desaparición si ha sumido en la miseria más espantosa a la antigua y pujante poderosa económicamente provincia de San Pedro de Macorís

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